La Iglesia existe para evangelizar
"La Iglesia existe para evangelizar". Lo quiso recalcar el Papa en su homilía, durante la misa que presidió en la plaza de San Pedro el domingo 7 de octubre por la mañana para la apertura del Sínodo de los obispos dedicado a "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana". En la plaza se contaron representantes de comunidades cristianas de los cinco continentes. Medio millar los concelebrantes, entre patriarcas, cardenales, obispos y sacerdotes. En los instantes previos a la celebración eucarística, Benedicto XVI proclamó doctores de la Iglesia a san Juan de Ávila y santa Hildegarda de Bingen. Un momento introducido por la "peroratio" en la que el cardenal Angelo Amato -prefecto de la Congregación para las causas de los santos, acompañado de los dos postuladores, María Encarnación González y la abadesa Clementia Killewald- subrayó que ambos santos "se distinguieron no sólo por la coherente relación entre su pensamiento y su vida, sino también por la búsqueda de una armoniosa convergencia entre la cultura de su época y el misterio de Cristo, revelador de Dios y salvador del hombre". Tras ello, Benedicto XVI pronuncio la fórmula con la que inscribió en el catálogo de doctores a ambos santos: "Nosotros -expresó en latín-, acogiendo el deseo de muchos hermanos en el episcopado y de muchos fieles del mundo entero, tras haber tenido el parecer de la Congregación para las causas de los santos, tras haber reflexionado largamente y habiendo llegado a un pleno y seguro convencimiento, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a san Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia universal, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".
Todo esto y mucho más en la nueva web de LÓsservatore Romano Darte de alta es gratuito y te facilita el acceso a su hemeroteca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario