miércoles, 26 de octubre de 2016

Agua sucia


"Quien se llega al agua a disgusto, siempre llena el cubo con agua sucia.
Todos recordamos Ruanda como un país africano marcado por la sangre de imponentes masacres étnicas. Las tribus de los Utu y de los Tutsi se enfrentaron sin piedad, tratando de destruirse mutuamente y de destruir incluso sus culturas. Un misionero que ha vivido muchos años en aquella tierra, encantadora por otra parte, me habla de las tradiciones indígenas, de la vida cotidiana y de sus valores expresados a través de la sabiduría popular. Me cita el proverbio que propongo como signo de la universalidad de muchos valores morales.
Padres y educadores saben lo que significa tener muchachos muy inteligentes, pero también extremadamente indolentes. Cuántas dotes perdidas por inercia. Impresiona siempre ver grupos de jóvenes arrastrarse cansinamente horas y horas sin meta, sin el más mínimo gusto por nada, sin objetivo alguno. 
El agua limpia contenida en ese recipiente que son las capacidades y las ocasiones de actuar, pronto se enturbia y se tira. La sabiduría africana, más que de pereza, habla de «no querer», de «malquerer». Aspecto subsecuente del que lamentablemente somos testigos a todos los niveles es el gesto resignado, con actitud desganada, mostrado incluso cuando se trata de un deber. Un triste estilo que impera en los servicios públicos y en la vida privada". (Ravasi)

viernes, 21 de octubre de 2016

CURSO VALORES. 174127REL001 y 174130CS01.

Se ha convocado el curso  
"LA EDUCACIÓN EN VALORES EN EL ÁREA DE RELIGIÓN A TRAVÉS DEL CINE, EL TEATRO Y LA MÚSICA".

imagen extraida de este enlace

El curso es de ámbito provincial y tiene dos sedes.

CEP ALCALÁ con código 174130CS01.
Para el profesorado de los Centros del Profesorado de Alcalá de Guadaira, Osuna-Écija y Lebrija.

CEP SEVILLA con código 174127REL001.
Para el profesorado de los Centros del profesorado de Sevilla,Castilleja y Lora.

Las inscripciones pueden realizarse hasta el 2 de noviembre a través de SENECA.

Para más información puede consultar con la asesoría provincial de Religión en el CEP SEVILLA.

domingo, 16 de octubre de 2016

El caballo y el toro

El caballo y el toro

Un caballo y un toro vieron que su amo se preparaba para ir a la guerra. El caballo se inquietó; el toro, en cambio, no se preocupó lo más mínimo. Pensaba que él no tenía nada que perder. El amo ensilló el caballo y partió para la batalla. Pero antes de que estallara la contienda, las partes enemigas llegaron a un acuerdo. El amo, con sus amigos, decidió festejar el acuerdo con un banquete. Así, degolló al toro.

Esta parábola forma parte de un antiguo e inagotable patrimonio de cuentos morales elaborados a lo largo de los siglos en el mundo árabe. La sabiduría popular siempre encierra una semilla de universalidad en sus simples lecciones. Aquí se ridiculiza la estupidez del egoísmo. El toro, satisfecho de su seguridad, se ríe de la desgracia ajena y no prevé que la afortunada suerte puede imprevistamente venirse abajo. A menudo, la obtusa preocupación por el propio interés no deja intuir los peligros que nos rodean y así se puede encontrar uno con un amargo despertar. Querría que este apólogo nos abriese a una mayor sensibilidad frente a los otros, levantando la cabeza un momento por lo menos de “lo nuestro”. El poeta inglés John Donne (1572-1631) invitaba a preguntarse por quién tocan las campanas de muerte porque ellas no señalan solo el fallecimiento de otro, sino que, de algún modo, tocan por nosotros porque también nosotros somos mortales, pese al bienestar presente. Tomar parte en los sufrimientos del otro es un acto de humanidad. El inmigrante hambriento no es problema ajeno a nuestro tranquilo vivir, es una llamada a nuestro egoísmo para que se abra a la solidaridad, porque también a nosotros nos puede llegar el día de la pobreza y de la miseria. (Ravasi)

viernes, 14 de octubre de 2016

COMPASIVOS O ZOMBIS

La verdadera compasión «piedad», no la retórica y sentimental, es saber compartir hasta el fondo el dolor de los otros, asumiéndolo uno mismo, hasta cargar con su peso. Es significativo que el hombre haya sido creado por Dios como ser «social». ¿Acaso no es verdad que, apenas salido de las manos del Creador, surge inmediatamente la necesidad de tener «una ayuda que le sea semejante» (o, como dice el original hebreo, «que le esté enfrente», los ojos en los ojos)?

Si no somos capaces de lazos interpersonales, si nos recluimos en la soledad del egoísmo, no por ello estaremos más tranquilos y a gusto. No, somos más miserables, estamos ya muertos, aunque estemos vivos.
El hombre contemporáneo tiene, ciertamente, más autonomía que antes, incluso más contactos. Pero se ha empobrecido en sus relaciones. Conoce el encuentro de los cuerpos, pero no el de las almas, que genera el auténtico amor. Por esto, los hijos, tan pronto como pueden, dejan solos a los padres, quizá como los padres les dejaron solos por las calles, sin cogerlos de la mano. La llamada que brota de la imagen de Eneas llevando al viejo Anquises es básicamente cristiana y tiene en el Samaritano la imagen amorosa ejemplar, tanto para creyentes como para agnósticos.

Mensaje del Papa "MISERICORDIA DEL CORAZÓN A LAS MANOS"

MISERICORDIA EN LAS MANOS DESDE EL CORAZÓN. HABLA EL PAPA FRANCISCO.

http://www.religionenlibertad.com/video/francisco-y-el-ser-misericordiado-32855.html

El hombre como fin

El hombre como fin. (Cardenal Ravasi)


Actúa en el trato con la humanidad, la tuya y la de toda otra persona, siempre como un fin y nunca como un medio.

Fue uno de los más grandes pensadores del moderno Occidente, Immanuel Kant (1724-1804). No es fácil la lectura de sus escritos, aunque algunas frases suyas se han hecho célebres. ¿Quién no recuerda aquella: «El cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí»? Está en su libro Crítica de la razón práctica (1785), y es un aviso siempre valioso, básico para el respeto de la dignidad de cada persona. Es verdad que de manera descarada nadie quiere hoy reducir a esclavo al otro, considerándolo como puro instrumento de trabajo o pura mercancía. Esto parece cosa de un pasado ya enterrado. Pero lamentablemente solo es una declaración de intenciones y no una opción operativa en nuestros tiempos. Y no solo porque todavía haya multitud de mujeres del Oriente europeo o de África esclavizadas en el campo y la ciudad; quizá sean precisamente quienes se declaran pomposamente cristianos los que favorecen y alimentan esta esclavitud, como lo hacían en otro tiempo los señorones y los ricos terratenientes. Hay otro camino más solapado para reducir a la persona humana a la esclavitud y es la de condicionar su mente, su conducta, sus opciones, reduciéndola así a puro consumidor o a alguien a quien se pueda manipular según los propios intereses. Hay que estar siempre en guardia y repetir la advertencia de Kant a todos, desde los políticos, los responsables de la comunicación, los poderosos de aquí y de allá, hasta quien sienta la tentación de abusar del prójimo que tiene al lado.